miércoles, 5 de febrero de 2014

ESPAÑA SE ROMPE....

ÉSTE NO ES UN POST POLÍTICO, ES UNA FOTOGRAFÍA DE LA REALIDAD

¿Podemos seguir por éste camino o podemos darle la vuelta a la tostada?. Difícil lo veo, aunque los que aún contamos con eso de la lealtad y la disciplina, lo tengamos muy cuesta arriba, creo que SÍ podríamos volver las cosa a su "status quo" anterior.

Decían los romanos que la Civilización se mantenía con cuatro pilares: LA FAMILIA, EL DERECHO, LA RELIGIÓN Y EL EJERCITO. Pero el régimen de obediencia "MANDILERA" que tenemos, lo que hace es ir desgastando y cercenando poco a poco lo que es ESPAÑA para hacerla EX-PAÑA. Y como en una obra anti-natural, pues lo que hacen es "CREAR POLICIA" que obedece al"mandil" y eliminar al ejercito, como se hizo en Roma.

Y, ¿que queda?: UN ESTADO POLICIAL, lleno de incontables Leyes que abocan a la corrupción y a la inevitable ilicitud en las que todos caemos, más de una vez, por desconocer ésta selva de normativas que tenemos.
¿Es esto libertad?, NO. ¿Es esto democracia?, NO. Ésto es el cuento del Flautista de Hamelin y el "PAN Y CIRCO ROMANO". Pues nos llevan con música a sus festivales electorales, nos hacen elegir lo que ellos quieren, y si hablas, cae todo el peso de sus Leyes sobre tus espaldas.
Tras casi ocho lustros, el actual Régimen, más longevo aún que el que surgió en 1939 y encabezó el Generalísimo Franco, ha impuesto a España el modelo de sociedad que, sin duda alguna según los politicos, los españoles deseaban. Y eso en todos los sentidos.
En el ámbito de la Defensa, tras ese dilatado tiempo, estamos ante la liquidación, o mejor, el saldo, de lo que fueron los Ejércitos de España. Pero no solo están reducidos a la mínima expresión y dotados con recursos ridículos, es que a su moral militar le ocurre lo mismo.
Y no es cosa de ahora, desde UCD, el PP ha hecho esta política, en perfecta coordinación con el PSOE. En ningún otro campo ha habido más coordinación entre todas las Legislaturas.

El Régimen ha conseguido los Ejércitos que quería, es decir, los ha anulado. Y mientras, ha convertido a España en un estado Policial. Pero, eso sí, "haciendo caja", al menos algunas personas físicas y jurídicas, con el desbarate de las infraestructuras, las industrias de defensa y los recursos logísticos, incluidos los sementales y las palomas mensajeras (unos recursos, por otra parte, únicos en España).

En esencia, los Ejércitos que nominalmente manda el Rey (varias disposiciones le han quitado los poderes), son más de funcionarios que de guerreros, y son, comparativamente, los menores del mundo según los índices de población y producto interior bruto. Y eso en momentos de grave inestabilidad mundial (crisis estadounidense, prepotencia económica china, incremento del terrorismo islámico e inestabilidad en el Mediterráneo, y un no corto etcétera, a lo que hay que añadir el gravísimo riesgo de fractura interna tras decenios de separatismos consentidos).

En la esfera de Personal, las Fuerzas Armadas españolas tuvieron en 2013 una “plantilla mínima”, fijada por ley de la Carrera Militar de 2007, de 130.000 personas (47.500 militares de carrera, 1.500 de complemento y 80.000 miembros de tropa y marinería; el máximo eran 140.000)… que no cubrieron, quedándose en menos de 123.000 (44.739 cuadros de mando y 78.240 soldados y marineros, según cifras de Defensa en diciembre último).
Eso sí, con el ridículo refuerzo de 4.500 abnegados reservistas voluntarios (España no cuenta ni con Ley de Movilización ni con estructuras para ello). A ellos hay que restar los 4.300 miembros de la UME, que son una “Protección Civil” duplicada, cara y segregada a los Ejércitos, de cuya cadena de mando no dependen directamente.
Y no es que el poder político no tenga intención de dotarse de medios para ejercer la violencia o recursos para ello. En el ámbito interno, los miembros de las diversas policías del Estado (centrales, autonómicas y locales) son más de 250.000 agentes (esta cifra no incluye “mandos” tipo oficial y suboficial) del orden a finales de 2013, a los que hay que sumar más 82.000 vigilantes privados. Y al hablar de mandos recordemos que la Guardia Civil cuenta con cuatro Tenientes Generales, en una época en que muchos de sus compañeros de promoción en “la General” se retiran sin llegar a Coronel por falta de vacantes; los mandos de la Guardia Civil son un total de 6.000 y otros tantos los de la Policía Nacional.

120.000 militares más 9.000 reservistas (los de la UME más los voluntarios) es una cifra ridícula frente a los 256.000 “uniformados” más los 82.000 “vigilantes” (a los que, además, se les quiere dar atribuciones de agentes de la Autoridad).130.000 frente a unos 360.000 es una proporción que lo dice todo: tres veces más. Y los sueldos “reales” de unos y otros funcionarios no son comparables.

Pero el determinante de la cuestión del personal es que se ha “funcionariado” al mismo, de forma que no se fomentan los valores marciales y sí los “civiles”. Ello además de que se le ha sometido a un sistema de selección absolutamente injusto para las personas e ineficaz para la Institución: la selección a dedo pura y dura. Prácticamente la mayoría de las vacantes de Capitán para arriba son de “libre designación” (ni baremo ni nada), los informes anuales de “evaluación” siguen siendo secretos (nulo instrumento para reconducir las conductas detectadas como poco adecuadas, aunque un modo de coacción muy eficaz), y, como remate, los únicos méritos que no se contemplan como tales son los obtenidos en combate (el reglamento de condecoraciones no contempla los ascensos por méritos de guerra o el avance en la escala).
En cuanto a la destrucción de la industria de defensa, un exponente claro es que aquí ya no somos capaces de fabricar íntegro un fusil de asalto o un cañón.
Y de la desamortización de las propiedades inmobiliarias de Defensa ha llegado al límite práctico, salvándose solo, y de momento, aquellas que no se pueden vender por ser donaciones “al ramo de guerra” y las que actualmente tienen apretados ocupantes.
Respecto al suicida e impresentable Presupuesto de Defensa, la obra del General Francisco Pérez Munielo El Gasto de Defensa en España 1946-2009, editada por Defensa, es totalmente esclarecedora, por lo rigurosa y “políticamente aséptica”. Esos presupuestos, además, se ven gravísimamente comprometidos con las “Misiones Exteriores” que, además, han agotado cuantas posibles “reservas de material” existían.
Las citadas misiones son, por otra parte, la quinta esencia del despropósito: se lucha en el extranjero “contra el terrorismo”, cuando en nuestro suelo ni lo hemos hecho ni lo tenemos previsto. Y eso desde tiempos de Gutiérrez Mellado, quien lo achacaba a no contar con un ejército profesional (caso de los ingleses en Irlanda).
Estas misiones, además, desgastan a las poquísimas unidades existentes, por las obligadas rotaciones, y dejan el territorio nacional desprovisto de parte de sus reducidas defensas. En casos como en la rama de Sanidad, ya de por sí perseguida y depredada, la reiteración en las citadas misiones ha sido objeto de que muchos profesionales pidieran la baja.

Estos “ejércitos funcionariales” de nuestros días, mal pagados y peor considerados, son los que ven como se amenaza clara e impunemente la unidad de la Patria, en el interior, y se la condena a la práctica indefensión en el exterior, ámbito este último donde incluso nuestros “aliados” de Gibraltar, por ejemplo, aunque no solo ellos, nos humillan continuamente.

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