Más allá de nuestras posturas y opiniones profesionales, un
buen número de personas, desentendido de los pormenores que atañen a la labor
del realizador, puede relacionar el tamaño de la cámara con eficacia para
ejecutar la tarea.
El ser humano primitivo y cazador
guarda, entonces, estrecha correspondencia con el trabajador moderno a quien,
en su desempeño, tampoco le faltan elementos de reto, suerte y riesgo, aunque
ahora “el trabajo se transforma en
momentos de triunfo simbólico desprovisto de la violencia del acto físico”.
Si esto es así, y especialmente para nuestro caso, la videocámara sería sucedánea del arma y la imagen de la presa
Extendiendo y aceptando el concepto, una comunidad en línea
que convoca a realizadores audiovisuales (foros, grupos creados en redes
sociales, etc.) se transfigura en el espacio virtual donde los cazadores y las
renovadas Artemisas se reúnen para compartir las técnicas empleadas en sus
partidas, descubrimientos, planes estratégicos, experiencias y también sus
hazañas ( a veces sobre dimensionadas ) con el fin de beneficiar al clan,
elevar su prestigio dentro del mismo y ser aceptados o reconocidos como
miembros de la tribu
Se consolidan en un escenario prohijado por la Internet lazos
similares a los que se forjaban entre los miembros del antiguo grupo
cooperativo cazador. En este nuevo escenario no faltan los chamanes, como depositarios de
sabiduría
En el terreno de la lingüística también podemos hallar la
existencia de vocablos que reafirman la relación que acabo de referir, decimos:
cazador de noticias, capturar la imagen
(la presa viva), recoger la imagen (la presa muerta), disparar, apuntar con la
cámara… y otros términos familiarizados con la cacería. Aquí se produce un
fenómeno de polisemia, donde el enunciado prácticamente no ha variado su forma
pero sí se aplica a otro referente, se recupera una impresión, permaneciendo
presente lo simbólico del impulso básico
De lo comentado se desprende la pista que podría acercarnos a
una de las causas por la que muchas personas seguirán relacionando robustez con
eficacia. Para el hombre primitivo y sus congéneres debió ser muy importante la
fortaleza y resistencia de la herramienta destinada a la cacería, ya que de
ella no sólo dependía la subsistencia diaria, ingiriendo parte del alimento
conseguido, sino también la supervivencia, arriesgada en cada búsqueda y
persecución de la presa.
Para concluir diré que considero indispensable, en primer
término y a fin de efectuar correctamente el trabajo, contar con el equipo
idóneo y los conocimientos necesarios para operarlo
El nivel tecnológico alcanzado en los últimos años
nos ha demostrado que “pequeñez” puede tornarse sinónimo de “grandiosidad”. Como videasta me convertí, en más de una ocasión, en el maravillado testigo del excelente producto que ofrecen videocámaras cuyos tamaños superan apenas el de la mano de sus operadores. Hasta aquí una realidad irrebatible, pero considero que en el oficio que ejercemos no debiera ser la única verdad sopesada, en nuestro panorama comercial también gravita el cliente y su visión del mundo.
@Petankas10
Realizador de Videos
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